Flor de Té
Flor de té
es una linda zagala
que hace
poco a estos campos llegó.
Nadie sabe
de dónde ha venido
ni cuál es
su nombre ni dónde nació.
La
acompaña un gentil zagalillo
que le ofrece su amor y su fe
y por eso
lo sabe la gente que dice al nombrarla
Flor de Té,
Flor de Té.
Y así
cuentan que dice el pastor
al pintar
a la niña su amor.
Flor de Té, Flor de Té
no desdeñes
mi amor,
pues contigo es la vida un encanto
y sin ti
es un dolor,
No te
alejes de mí,
que vivir
no podré
y al
faltarme la luz de tus ojos,
moriré,
moriré.
La otra tarde
el señor del Castillo
que de caza a estos montes salió,
al volver
del camino un recodo
y ver a la
niña prendado quedó.
Y al pedir
a la hermosa su nombre
ella dijo “señor
no lo sé,
y el zagal
que es mi fiel compañero
me dice al
nombrarme Flor de Té, Flor de Té.
Y así
cuentan que dijo el señor
al pedir a
la niña su amor:
Flor de
Té, Flor de Té,
rostro igual
nunca vi,
por ver
solo tus ojos divinos
diera el
reino por ti.
De hoy en
más sin tu amor
yo vivir
no podré
y te
ofrezco riqueza y honores
Flor de
Té, Flor de Té.
Desde
entonces ya nadie a la niña
por aquellas
montañas la vio
y aseguran
que allá en el castillo
de reina y
señora un trono encontró.
Hay quien
dice que al pie de los muros
por las
noches vagando se ve
al zagal
que en su inmensa amargura
así va exclamando:
Flor de Té, Flor de Té.
Flor de
Té, Flor de Té
¿por qué
huiste de mí?
si contigo
es la vida un encanto,
sin ti voy
a morir.
Pobre
ciego de amor,
que en
tinieblas quedé,
y al
faltarme la luz de tus ojos
moriré,
moriré.
Versión c.
1970, entregada por la Prof. María Isidora Santiago.,
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