Entrevista a Juan Falzone por Celina Hurtado en 1981

 

Entrevista a Juan Falzone por Celina Hurtado

Juan Falzone (1930-2007) bailarín, coreógrafo y maestro de danza de reconocida trayectoria, fue entrevistado en 1981 junto con otros creadores de danza moderna, a fin de organizar un dossier sobre este grupo inicial. Estas entrevistas sólo se han publicado parcialmente. Se ofrece lo que escribió Juan Falzone.

1. ¿Cómo caracteriza su obra y su estilo?

Considero que soy el resultado de una época de cambio como la que nos toca vivir  en estas últimas décadas, con maestros que me enseñaron una técnica estricta y neta, por un lado, y por la otra, sintiendo  necesidades de ampliar esa posibilidad de más allá de lo recibido en un aula de clase. Mis andanzas pro otras áreas expresivas, como lo son el teatro y la danza o el cine y la danza, me han llevado, consciente o inconscientemente. a ir viendo y sintiendo de alguna forma más personal mi trabajo, el que debo reconocer en muy pocas oportunidades pude profundizar e investigar, como me hubiera gustado y necesitado, por dedicarme a actividades paralelas, aunque de danza, las que desviaron mi camino como investigador coreográfico, pienso, temporalmente.

Como bases reales y netamente clásica liberada de sus posiciones estrictas, pero completamente ajustada a su sentido estético, pienso que: el espacio, las formas y la dinámica pueden y deben sugerir todo, hasta los personajes más teatrales deberían sugerir sus sentimientos y no expresarlos abiertamente como si se tratara incluso de una mala dirección de una obra de teatro. Tal vez podría definir mi trabajo como abstracto; y llegué en algunos casos, según en qué época, a realizar obra de total carácter surrealista.

2. ¿Qué aspectos (formación, lugares de trabajo, maestros, viajes, etc.) favorecieron su ceración y cuáles fueron las dificultades más generales que encontró?

No creo que se pueda separar el lugar coreográfico con el momento de vida que uno está viviendo. Como para decir cuál fue mejor o peor para crear; siendo que está en uno, en nuestra esencia, que tal vez algo, no sé, cualquier cosa, nos puede ayudar, ya sea en la Quebrada de Humahuaca, o en las costas del mar, en la soledad o en la compañía de una o muchas personas, o que encontremos el tema, una idea, una necesidad de decir algo. No sé exactamente qué lugar en mí me ayudó a crear. Si sé perfectamente que sólo en paz me encontré conmigo mismo creador.

Conocer y vivir en París, trabajar allí, fue sin duda una experiencia sumamente positiva, contar con un grupo de bailarines y lugar de trabajo es el ideal de todo creador y necesidad imprescindible para poder crecer, más allá de tener o no presupuesto para realizar las presentaciones, pues me interesan las obras –normalmente–  desnudas de vestuario que no permite ver la esencia del movimiento. Esta posibilidad también se me dio en Buenos Aires, pero las condiciones eran otras; aquí en el Centro Cultural San Martín primero y luego el Teatro Municipal San Martín, también permitieron que se trabajara –sin presupuestos para el grupo, sólo cachet cada vez que actuara      que pudiera continuar investigando, sólo que en ese momento comencé a descuidar mi labro de coreógrafo  por la de maestro, Director del Instituto del Teatro, organizador de ciclos de danza etc.; debemos agregar a esto que el momento político que vivía el país entonces –en esta oportunidad nos tocó a nosotros–   no permitió que continuara la labor de la Escuela, la compañía y el ciclo que se venía desarrollando bajo mi dirección. La falta de una política cultural clara y continua hace que nuestro arte tenga grandes subidas y bajadas, sin lograr un cauce definitivo.

3. Opinión sobre la creación coreográfica argentina

Creo que es importante el material creativo que tenemos, no en todo el mundo que hace danza profesional evidentemente, pero hay puntas de lanza muy interesantes. Pero lo que no descubrí aún en la Argentina a demasiados creadores coreográficos con una línea de trabajo que se mantenga a  lo largo de su carrera, salvo algunos pocos casos como el de Renate Schottelius, Paulina Ossonam Rodolfo Danton, más allá que creo que una línea puede ser ascendente o descendente.

 4. Opinión sobre el futuro de la danza argentina

 En este fin de año 1981, a pesar de la euforia que nos trajo aparentemente Danza Abierta a la danza en Argentina, no a la danza argentina que no existe como tal, no puedo decir otra cosa que “la mejoráis del enfermo puede ser aparente, pues el mal fue atacado aparentemente por farmacéuticos y no por médicos que hubieran limpiado como corresponde el campo operatorio”.

Todo tiempo pasado fue mejor puede aplicarse aquí, ya que todos sabemos que los ciclos se repiten,  que no hay nada nuevo bajo el sol y si los que vienen pujando desconocen  lo que otros ya han hecho, en vez de hacer que la espiral creativa vaya subiendo, vemos con otras músicas, con otros bailarines,  las mismas cosas de años atrás, sin aportes interesantes al arte coreográfico; usar la  música de moda o la corriente creadora que nos llega de afuera no significa que la danza argentina esté en vías de encontrarse a sí misma para proyectarse como tal.