Sarmiento, la educaciòn, la cultura y la ciencia

 

Carta de Domingo Faustino Sarmiento a Mary Mann

12 de octubre de 1869


Le escribo el día aniversario de mi recepción del cargo de Presidente, un año hace, para anunciarle que es ley ya la creación del Observatorio Astronómico, lo que puede comunicarle a mi nombre a Mr. Gould, a fin de que se vaya preparando para venirse. No sé si se le escriba directamente a él en el poco tiempo que me queda disponible, hasta la salida del vapor, que coincide hoy con la clausura del Congreso, ceremonia que ejecuta el Presidente en persona.

[…] He terminado el primer año de gobierno, viendo nacer dificultades, y cortándole a la Hisdra una cabeza para ver renacer otra y otra.

No sé si decirle que no estoy desalentado. A través de una opción ficticia, personalísima y desautorizada de todo pretexto plausible, todos los proyectos de ley que he presentado a un Congreso, que venía formado de antemano, han sido sancionados y son leyes ahora, con el presupuesto de gastos tales como los presentes. El país está tranquilo, Urquiza está conmigo, y todo en las formas marcha bien; y sin embargo de que queda en los debates aniquilada, desmoralizada la opción encabezada por el ex Presidente tengo motivos para estar inquieto. Para contrariarme se han puesto en ejercicio todos los medios que sirven en estos países para promover la anarquía; y es tal la situación creada por los acontecimientos anteriores que no está en mis manos poner remedio. Un hecho so lo le bastará para comprender esta situación.  El único proyecto que ha sido combatido y rechazado es el de hacer por empresa particular un puerto en Buenos Aires, que no tiene medios de desembarcar sin enormes costos y demoras los valiosos cargamentos que vienen de Europa. Esta es la necesidad más premiosa y sentida en el país. Le escribo a V. (a las dos de la mañana) en medio de la tempestad más horrorosa.  Es imposible que no hayan mañana grandes siniestros que deplorar en los centenares de naves que están expuestas, peor que en el alta mar a la violencia de la tempestad. Hoy se ha decidido en el Congreso no hacer puerto y parece que la Providencia se encarga de refutar las miserables argucias que han prevalecido. Vencido en las cuestiones de derecho y de conveniencia.

[…] El censo ha sido levantado, y siquiera este paso habré dado en la buena administración. En materia de educación he logrado hacer bastante, y bajo muchos otros respectos no tengo grandes motivos de estar descontento. Tengo seis meses por delante hasta nuevo Congreso. Tengo dos Escuelas Normales en vías de creación, y por tanto colocación para dos profesores de este ramo, que desearía tener de los Estados Unidos.  ¿Sería bastante para uno al menos, una renta de 200$ gold al año? Si hay alguno que quiera aceptarla, 250$ sino pudiese obtener al menos, puede V. inducirlo a venir pagándole sus gastos de viaje.

 No es fácil acostumbrar de golpe a este pueblo a pagar crecidos salarios; y aunque en la ley de creación de Escuelas Normales he omitido a designio señalar salarios, parda dejarme la libertad de crearlas, temo las resistencias vulgares que explotan politician más vulgares todavía, porque el pueblo que desea el progreso como resultado, no pone los medios que sólo han de producirlo. 

Esperando tener un año más de trabajo con más tranquilidad para consagrarme a la educación, cuento siempre con la incansable bondad de V. y sus buenos deseos me confortan y animan,

D. S. Sarmiento

 

Fuente: Cartas que hicieron historia, Buenos Aires, 2001, pp.  293-295