Navidad 2021

 NAVIDAD 2021

 En esta Navidad quiero compartir dos breves textos en prosa poética de dos amigas que ahora nos miran desde el cielo del Niño que cantaron: María Rosa Sobrón y María Emilia Pèrez.

Para ambas el recuerdo amoroso y agradecido.

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Navidades - Rosa María Sobrón

 Las Navidades de mí niñez ostentan un color y una fragancia perceptibles en un ámbito de un tiempo sin ayer y sin mañana. Palpitan en presente constante. Ese que construyen los afectos hondos, las grandes, las diáfanas sinceridades del alma.

Tiemblan en mis manos las figurillas del Nacimiento que voy construyendo para mis hijos. Y sé bien que, desde muy adentro, se enredan en haz de ahogadas emociones, los recuerdos otra vez. Entre las preguntas, el bullicio y el asombro, un aire de ausencia leve ya me cerca ...


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El mensajero - María Emilia Pérez

Eran tiempos de señores y vasallos. De grandes imperios, de tiranos poderosos y resignados siervos. Flaqueaba la fe de los hombres, carente de guía segura, de apoyo y protección. Deslumbrantes palacios. Paupérrimos caseríos.

Ella era muy joven y bonita. Con esa belleza suave que refleja la diafanidad, de un alma cristalina. Prometida de un mozo de su misma condición. Pero hacía mucho ya que los ojos del Señor se habían posado sobre ella, que su corazón la había elegido, entre todas las muchachas.

Como todas las de su aldea, su vida transcurría entre simples juegos y labores domésticas. Entre sus dedos hábiles, la lana de los vellones se transformaba en hilo sutil. Luego, ella misma convertía ese hilo en telas mórbidas y tibias para confeccionar sencillas vestiduras.

Su sonrisa era más dulce que la miel. Su Señor contemplaba complacido a esa criatura plena de gracia.

Los días se deslizaban parejos y tranquilos para la niña, que no imaginaba siquiera los secretos designios del Señor para con ella.

Pero el día llegó. Un emisario del Señor se presentó de improviso ante la virgen.

Estaba allí, los ojos asombrados.

El corazón volando como un pájaro.

Las manos como lirios.

El alma llena de palomas blancas.

Sólo un instante fue, sólo un instante.

Habló la voz de Dios.

Se fue el arcángel.

Ya el Redentor latía en sus entrañas