Para las próximas Pascuas

 

Pascua y gestoramas

En Fundarte tenemos una tradición consolidada de vincular grandes celebraciones con el arte, pueden ser religiosas cristianas (como Pascua o Navidad), judías (como Pésaj), sociales (como el día de la primavera) o celebraciones formales institucionales (como el Día de la Danza, el de la Música o el del Animal).

Las formas de celebración han sido muy variadas, y la página de Fundarte da cuenta de esa variedad. Pero y quisiera ahora recordar brevemente una opción que realizamos varios años, en Pascua y en Navidad, los “Gestoramas”. ¿Qué es un gestorama? Si se pone el buscador de Google, con sorpresa aparece una técnica para monitorear el final del embarazo y el proceso de parto.

El “gestorama” al que yo me refiero es algo completamente distinto. Tal como digo en una breve nota que escribí hace un tiempo, Se trata de una práctica iniciada y consolidada en grupos de trabajo españoles de los años ‘80, cuando Ana María González, profesora de literatura y practicante de expresión corporal, admiradora de Maurice Béjart y de Mudra Africa, concibió un recurso artístico multidisciplinar para presentar de modo intuitivo y permitir la interiorización de cuestiones éticas, religiosas y cosmovisionales. Concretamente se basa en la asunción de la conexión íntima entre la experiencia corporal y la intuición intelectual. A su creación le llamó “gestorama”, con lo que quiere indicar “gesto total”, que incluye lo intelectual verbalizado (aunque no “racionalizado” o argumentado) y todos los recursos corporales de todas las artes, es decir, la dimensión global de la sensibilidad. Ella misma escribió varios textos que pueden desarrollarse en talleres, clases e incluso como obras teatrales, acercándose entonces al concepto de “teatro total”.

Yo he trabajado con ella en varias ocasiones y también he continuado esta línea de investigación. En diferentes ocasiones experimenté este recurso para inducir vivencias éticas, que considero más determinantes de las opciones y los comportamientos que la prédica, o la argumentación.  La idea es que a través de la expresión corporal incluida en el gestorama, cada uno hace el ejercicio de ponerse en el lugar del otro, que es un requisito básico para comprender, tolerar y mejor todavía convivir con personas que sienten o piensan diferente, justamente porque sus experiencias son también distintas.

Con este antecedente, y ya en relación a los proyectos de Fundarte, me pareció conveniente armar “gestoramas” para representar en las celebraciones de Navidad y Pascua. En ambos casos   la idea fue la misma: tomar como base un relato evangélico, que va diciendo por partes un narrador. Además se seleccionan poesías relacionadas con ese pasaje concreto, por ejemplo  la última Cena, la negación de Pedro,  Jesús coronado de espinas, descenso de la cruz, etc. Entre medio de estas lecturas, se insertan cantos, música y danza o expresión corporal sobre esos mismos sub-temas. Yo recuerdo especialmente una coreografía de Paulina Ossona, “Mater Dolorosa”, que interpreté varias veces en un gestorama que incluía una larga poesía sobre María con Jesús muerto en los brazos.

Los gestoramas tienen muchas posibilidades: se pueden realizar en espacios reducidos, en forma presencial, se pueden filmar, además no tienen mucha extensión, o bien ella es graduable, de modo que a su término puede haber una reflexión colectiva, una oración, o ser el complemento de algún otro acto como, por ejemplo, una exposición sobre textos bíblicos.

En Fundarte hay una larga tradición de actos artístico-religiosos, propugnados sobre todo por el Rdo. Dr. Jerónimo Granados, quien en su carácter de artista plástico, siempre difunde este tipo de propuestas y las lleva a cabo en las iglesias donde ejerce como Pastor.

Por eso invito a organizar gestoramas, pascuales, navideños, o de cualquier otra celebración o tradiciòn que tenga expresión bíblica, como la creación, el paso del Mar Rojo o Pascua judía, David y Goliat, textos proféticos, el Cantar de los Cantares. el nacimiento de Jesús, sus prédicas, los milagros. En fin, las posibilidades son muchas. Y son un modo de que los asistentes escuchen un texto bíblico asociado a la emotividad y la belleza del arte, con lo cual seguramente lo interiorizarán más y más profundamente. Que así sea.

Celina Hurtado

 

 

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