La mujer y el cuidado de la naturaleza
La forma más consensuada de superación es la adopció de la “hipótesis Gaia” propuesta por los biólogos planetaristas James Lovelock y Lynn Margulis, según los cuales la tierra no es una roca muerta cuyas condiciones químicas permiten a las plantas y los animales vivir en su superficie, sino que el planeta Tierra, como un todo, incluyendo sus mares, suelos y atmósfera, opera como un sistema orgánico de retroalimentación biológica. Entender la evolución de la tierra y la sustentabilidad ecológica, es entender este sistema total de la Tierra como un todo orgánico viviente en acción autobalanceada consigo mismo.
2) La victoria de los “dioses uránicos”. El cuidado del ciclo vital de hombres, animales y plantas, propio de las mujeres en las culturas antiguas, ha sido reemplazado por otras ideas personificadas en los dioses uránicos (la guerra, la conquista, la recompensa individualista en ésta o en otra vida, etc.). Si bien éste es un punto interesante, las investigaciones históricas y antropológicas están sólo en los comienzos. Un tema de análisis en la agenda es el estudio del apuntalamiento socioeconómico de la identificación de la mujer con la naturaleza, de tal modo que la “colonización” de una simboliza la otra en forma recíproca. Algunas economistas del Tercer Mundo, como Vandana Shiva en la India, han comenzado a investigar, detectar y exhibir relaciones concretas entre el simbolismo de la mujer como naturaleza y los roles concretos de las mujeres, reducidas a las labores agrícolas y domésticas. Autoras del Primer Mundo, como Rosemary Radford Ruether, consideran esencial no detenerse en las conexiones simbólicas sino que es preciso detallar estos nexos socio-económicos, condición necesaria para pensar alternativas que realmente transformen la cultura de depredación.
3) El ejercicio del “poder sobre”. El cambio cultual apuntado en los dos puntos anteriores a determinado un modo de relacionarse con el otro (hombres o seres naturales) en términos de dominación o de “poder sobre”, relación predominante en las relación actuales y que el ecofeminismo propone reemplazar por relaciones de “poder con” y de “poder entre”, es decir, por formas de solidaridad.
Ecofeminismo latinoamericano
Aunque el ecofeminismo, como dirección dentro de la ecofilosofìa, tiene una aspiración universalista; como ésta misma a través de sus principales exponentes que tuvieron en cuenta situaciones concretas, se orientó desde sus comienzos en el mismo sentido que el feminismo, en cuanto a relacionarse con algunos movimientos de ideas con los cuales tenían puntos de interés teórico y práctico en común. En América Latina sobre todo a corrientes anteriores y ya arraigadas: la filosofía y la teología de la liberación. Ello se debe fundamentalmente a que el feminismo latinoamericano, a su vez, se ha vinculado estrechamente a estas corrientes y sus temas se han conjugado alrededor de cuestiones relativas a la praxis concreta de liberación.
En líneas generales, el ecofeminismo latinoamericano asume los puntos teóricos y programáticos básicos del ecofeminismo del Norte, ya señalados, asumiendo que la dominación de la naturaleza y de la mujer son paralelas y que no revertirán aisladamente. Este es, por lo tanto, el supuesto básico del ecofeminismo latinoamericano En la construcción de este ecofeminismo ñatinaomericano debemos mencionar los nombres de Judith Ress, Ivone Gebara, Coca Trillini, Alcira Agreda, Gladys Parentelli, entre otras.
María José Agra Romero (comp.) Ecología y feminismo, Granada, 1998
María Mies y Vandana Shiva, Ecofeminismo. Teoría, crítica y perspectivas, trad. del inglés Mireia Bofill (caps. 1-5), Eduardo Iriarte (caps. 6 y 10) y Marta Pérez Sánchez (caps. 7-9) Barcelona, Icaria Ed. 1997
Carmen Nuévalos, Vicente Bellver (coord.) Una mirada diferente. La mujer y la conservación del medio ambiente, Valencia, Edetania Ediciones, 1999
Hugo Saúl Ramírez García, Biotecnología y ecofeminismo. Un estudio de contexto, riesgos y alternativas, Valencia, 2012
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