Laura Peluffo - De la milenaria China (1982)

 Como homenaje a la artista Laura Peluffo, fallecida hace años, admirable por su dedicación al folklore argentino y universal, comparto una nota publicada en 1982 sobre las danzas tradicionales chinas que ella estudió in situ, mientras enseñaba folklore argentino a bailarines chinos en Pekín.

Celina Hurtado


De la milenaria China

                                                                                                                                            Laura Peluffo


Una de las manifestaciones humanas más antiguas –quizás la primera– es la danza.  En ella el hombre, a través del tiempo, expresa sus súplicas, sus deseos, sus estados de ánimo. Los avatares del crecimiento de nuestra mecanizada civilización nos hacen olvidar la sencillez de lo silvestre. La frescura del azul de un cielo de alta montaña, lo diáfano de la atmósfera de una verde llanura y la fragancia de milenarios árboles. 

China, tal vez por la enorme extensión territorial, conserva tesoros artísticos, expresión de pueblos con distintos ascendientes étnicos. Es así que podemos apreciar diversas manifestaciones de las minorías nacionales –etnias que conforman la población de ese inmenso país–  coreanos, vietnamitas, siameses, laosianos. uigures, mongoles, etc., que con sus danzas y cantos nos expresan los motivos de sus sentimientos.

En ocasión de la visita que hizo el Conjunto de Danzas y cantos de Shangai, China, ofrecemos datos y notas sobre la danza de ese milenario país.

En primer lugar haremos una breve reseña sobre algunos aspectos fundamentales de las minoráis étnicas. Habitan en China cincuenta y cinco minorías nacionales con una población de cincuenta y seis millones de habitantes.  La provincia en la que conviven mayor número de etnias es la de Yunan, le siguen las provincias de Guizhou y luego la región autónoma uigur de Xinjiang. Aparte de los cincuenta y cinco grupos minoritarios hay tres etnias que aún no han sido reconocidas oficialmente como minorías nacionales: la kucong de la provincia de Yunan, y las deng y sharba de la región autónoma del Tibet..

Es importante conocer el problema de las etnias en China dejado por la historia. Después de la unificación del país por Quin Shihuang (primer emperador de la dinastía Quin) en el año 221 antes de nuestra era, China pasó a ser pro largo tiempo un país feudal con un poder central y unificado. Durante su prolongado desarrollo histórico, los Han fueron formando centro en el estrecho enlazamiento político, económico y cultural entre las diversas etnias de China. Ellas crearon juntas la milenaria historia y la civilización de la nación.  Bajo un régimen feudal, existía el sistema de opresión nacional y las relaciones entre las etnias eran desiguales En la mayoría de los casos los dominantes eran Han que oprimían a su propio pueblo y al de otras parcialidades; sin embargo los había también de éstas. Por ejemplo los emperadores mongoles de la dinastía Yuan y manchúes de la dinastía Quing sometieron a las capas populares Han y a las de los demás. Este régimen de opresión causó gran desigualdad en el desarrollo social entre las etnias e incluso en el seno de jun mismo grupo étnico.

Hasta 1949 la producción y la cultura en las zonas habitadas por las minorías se encontraban en un estado de mucho atraso. Algunas aún conservaban el modo de producción primitivo: método de tala y quema, de caza y pesca, mientras llevaban una vida nómade.

La mayoría de ellas no tenía sus propios intelectuales ni escritura propia. Para registrar hechos o asuntos grababan en madera o hacían nudos en cuerdas. Como el nivel de la vida del pueblo era muy bajo, algunos se vieron obligados a alojarse en selvas vírgenes, pasando penurias y vistiendo harapos.

Por falta de médicos y medicinas y diezmada por el azote de diversas enfermedades, algunas minorías se hallaban al borde de su extinción. Desde la fundación de la República China en 1949, el gobierno formuló políticas y principios para resol ver los problemas de las distintas etnias.

Entre los objetos exhumados en el distrito Datong, provincia de Quinghai, se puede ver una v vasija de cerámica de hace más de 5.000años. Ésta tiene tres grupos de dibujos ornamentales de danza, que prueban la larga trayectoria de la danza en China. En la dinastía  Zhou, la corte imperial organizaba las ceremonias de sacrificio con representaciones de danzas y cantos. Qu Yuan  las describe en Nuevos cantos, se trata del ritual de los sacrificios entre los habitantes del reino Chu en el Período de los Reinos Combatientes. En los cuadros y las figurillas de la dinastía Han exhumados, se puede ver los bellos movimientos de la “Danza de los siete palos” y “Danza con cintas de seda”. En la dinastía Tang se desarrolló considerablemente la coreografía y se creó la famosa música “El rey Quin rompe el campo de batalla”. En las dinastías Song, Yuan y Ming surgieron diversas danzas folklóricas con sus propias características que incluso hoy son populares entre la población actual. Después de la instauración de la república en 1949 se han recopilado y restaurado más de dos mil danzas folklóricas.

Existen danzas típicas de cada nacionalidad, la danza Yangge, de la nacionalidad Han, popular en el norte de Shaanxi, el nordeste, Shandong y Habei. La danza del dragón, la del león, la con cintas rojas, la de lotos, la de tamboriles y linternas, son favoritas del pueblo.

Todos los pueblos de las minorías nacionales son excelentes cantantes y bailarines, y sus contribuciones creativas han servido para enriquecer y desarrollar el arte y la cultura en general de China.

La danza con tazones de la nacionalidad mongol, la Kuozhuang de los tibetanos, la de la cosecha de uvas de los uigures, la de flautas de la nacionalidad miao, la del tambor largo de los coreanos, son bailes que poseen sus propias peculiaridades y resultan muy festejados por la gente.

Una variedad en la danza de las minorías es la danza antropomorfa. Por medio de ellas los artistas otorgan sensibilidad humana a las colinas, ríos, flores, aves, peces o insectos. Hablan un lenguaje humano, muestran emociones e ideales también humanos. “Oleaje” evidencia cuidadosas observaciones del océano, las marejadas y el petrel.

El “Pavo Real Dorado”, de la minoría Dai, es una detallada imitación de los movimientos del ave, y paralelamente, nos ofrece una imagen representativa de la mujer Dei (sensibilidad, bondad, naturalidad y fidelidad). Otra danza dai, “A la caza dl pez” (un pas de deux) describe la v ida de esta etnia a través del retrato de un anciano y de un pequeño pez dorado que juegan juntos en la escena.

El solo mongol “Águila” revive el vuelo de un águila y una serpiente. Siempre con una moraleja; den este caso, el bien vencerá al mal: el ave con sus alas desplegadas canta la canción del pueblo mongol, cuyas características son valentía, tenacidad, desinhibición, e inflexibilidad. O también el solo femenino “gusano de seda primaveral”, que constituye una detallada figura finalmente ejecutada de los agraciados movimientos ondulantes de un gusano de seda que teje su capullo. La fina gasa blanca que arrastra la bailarina tras de sí despierta en los espectadores una sensación de belleza y el recuerdo de un verso del antiguo poeta Li Shangyin: “los gusanos de seda primaverales mueren brindándonos su capullo”; se destacó la bailarina Zhang Yi. También se toman en cuenta las fiestas tradicionales de donde se sacan las danzas que se interpretan. Así, los ochenta mil miembros de la minoría nacional Jingpo que viven en la provincia de Yunan, al suroeste del país, cuando tenían una buena cosecha o ganaban una batalla, lo celebraban con un “mu-nao-chong-ge” (fiesta comunitaria). Hoy en día cantan y bailan en bodas, reuniones familiares, bienvenidas y despedidas de visitantes. Sin lugar a dudas es celebración de mayor gala, su Festival Anual que comienza el quince del primer mes (según el calendario lunar) y dura entre dos y cuatro días. Se danza al son de tambores y gongs y del “shen” (típico instrumento de viento), las tradicionales “Bienvenida a los huéspedes” y “Descascarando arroz”. El Ballet de Shangai trajo en su repertorio “Regreso de la caza”, donde se lucen los primeros bailarines Li Cuo Chuan, Xu Jian-fei, Wao Kuokang, descripción del festejo en el bosque de los cazadores cuya danza muestra ingenuidad, sinceridad y rudeza en el carácter nacional Jingpo y su amor por la vida libre y feliz. El  Conjunto de Cantos y Danzas de Shangai ha creado y escenificado el ballet mitológico de gran envergadura “Vuelo a la luna”, obra adaptada en base a la antigua leyenda “Hon Yi abfte soles” y el cuento popular “Chang E vuela a la luna”.

Recordamos que las danzas en China están clasificadas en: danzas chinas de minorías nacionales, clásicas-líricas, folklóricas y orientales. Es a través del Amor y el Arte que se establece una relación fluida y pacífica entre los pueblos.

 






La Danza 1, n. 4, 1982, pp.  15-16.

 

 

 

 

 

 


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